El tiempo es sumamente arbitrario....
Un día dijo un wey, que pues iba a haber un día en que se le iba a quitar una hora al día y otro en el que se le iba a poner, argumentando principalmente ahorros energéticos.
Hoy sucedió esto, nuestro muy incomprendido domingo tuvo cierto toque mágico, una sensación atemporal que en confabulación con el frio, crearon una atmósfera que invitaba a dejar volar la chaveta y dar rinda suelta a la locura.
Aunque solo fué una hora más, fué un día sumamente largo y que mejor que fué un domingo.
domingo, 28 de octubre de 2007
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